Se avecina una tormenta que está favoreciendo a los piratas de contenido. Los recortes en los presupuestos de los consumidores debido a los desafíos económicos en numerosos países están impulsando a más personas hacia la piratería, y esta tendencia se acentúa con el crecimiento de usuarios cada vez más hábiles en tecnología. El mercado nórdico, reconocido por su liderazgo en el consumo digital y móvil, ha sido uno de los primeros en experimentar estas tendencias; tanto es así que empresas como HBO han elegido esta región para sus lanzamientos iniciales.
Un hecho menos conocido es que la tasa de piratería crece a la par del mercado. En Suecia, más de uno de cada cuatro transmisiones de contenido es pirateada, una cifra elevada en toda la región, y es probable que esta tendencia crezca en otros lugares si no se toman medidas para mejorar la protección del contenido. Este incremento de la piratería, a su vez, está elevando los costos del contenido, lo que genera una espiral negativa que, sin embargo, puede revertirse.
La piratería de televisión no es algo nuevo y ha sido un problema para la industria desde los primeros servicios de televisión de pago. A medida que la industria se ha digitalizado, el problema ha evolucionado, facilitado por el crecimiento de internet, la expansión de las redes peer-to-peer y el surgimiento de tecnologías como BitTorrent. La llegada del streaming en directo, especialmente para eventos deportivos, ha sido una oportunidad para los piratas, que ahora pueden ofrecer retransmisiones en vivo de manera rentable.
Hoy, el crimen organizado facilita el acceso de los consumidores a servicios de piratería sofisticados mediante dispositivos y sitios web de fácil acceso, que imitan las funciones de los servicios legítimos. Esto hace que algunos consumidores ni siquiera se den cuenta de que están utilizando plataformas ilegales.
Las cifras son preocupantes para una industria que debe proteger sus ingresos y sus inversiones en contenido. Según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), la piratería de TV representa el 48% del acceso a sitios infractores, superando ampliamente a las películas (11%) y la música (6%).
Para poner esto en contexto, el analista Kearney estima que la piratería de contenido de video en línea provocará una pérdida de 75 mil millones de dólares anuales para la industria de medios global, una cifra que podría llegar a 125 mil millones para 2028, con un crecimiento anual de casi el 11%. Estados Unidos encabeza la demanda de piratería de video, con un 11% de la demanda mundial, impulsado por una combinación de alta penetración de banda ancha, acceso generalizado a dispositivos y una legislación que aún no logra hacer cumplir las leyes de manera efectiva.
Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas de streaming? ¿Cómo pueden proteger cada eslabón de su cadena para asegurarse de que no haya puntos de vulnerabilidad que los piratas puedan aprovechar? Al fin y al cabo, una vez que el contenido se filtra, ya es tarde. Actualmente, muchos están centrados en la “bala de plata” de la IA para detectar contenido pirateado durante o después de su transmisión. Sin embargo, esto desvía la atención de alternativas preventivas que pueden evitar la piratería desde el inicio de la cadena de entrega.
Una estrategia clave es tomar el control de la cadena desde las primeras etapas del proceso. Esto resulta más complejo ahora que incluso los broadcasters de nicho distribuyen contenido en múltiples plataformas simultáneamente. Es por ello que una inversión en una red de entrega de contenido (CDN) segura resulta esencial, ya que la CDN actúa como punto de contacto entre el proveedor de contenido y el consumidor final.
Una CDN optimizada divide la red en una capa de control de sesiones y una capa de entrega. Esto permite mejorar el plano de control con características adicionales como el cambio de segmentos en streaming ABR (tasa de bits adaptativa) y un sistema de monitoreo de calidad de experiencia (QoE) del lado del servidor, que ajusta la calidad en tiempo real. Este es el enfoque adoptado con nuestro CDN Director, que permite una mayor visibilidad de cada solicitud en la CDN, facilitando así la denegación de accesos no autorizados.
Este sistema incluye tokens de acceso comunes que verifican que las solicitudes provienen de la capa autorizada del backend del propietario del contenido y no de agentes externos.
Un caso notable es Telenor Suecia, que reporta detener entre 150,000 y 200,000 solicitudes no válidas de acceso a sus recursos de streaming cada día gracias a este sistema. Este es un obstáculo significativo para la piratería, especialmente cuando los piratas intentan insertar enlaces en la propia infraestructura de la CDN.
Asegurar la CDN no es, por supuesto, la única medida que los broadcasters pueden adoptar, ni debe ser la única. Una estrategia antipiratería eficaz requiere un enfoque holístico que impregne todas las actividades de la empresa. Sin embargo, uno de los beneficios de analizar más de cerca la CDN es que el monitoreo QoE requerido para rechazar intentos de piratería también permite a los operadores optimizar el rendimiento durante picos de tráfico, ajustar la capacidad de streaming y mantener los servicios en funcionamiento incluso durante periodos de alta demanda.
Esto genera ahorros significativos y un mayor ROI en las inversiones antipiratería. A pesar de la evidencia que respalda la efectividad de estas estrategias para proteger los ingresos, lograr el apoyo de la alta dirección en tiempos de incertidumbre económica puede ser un desafío. Presentar una estrategia antipiratería efectiva que revierta algunas de las tendencias identificadas por EUIPO, Kearney y otros, y que al mismo tiempo promueva eficiencias en los costos de operación de la CDN, es un argumento convincente.
Este artículo fue publicado originalmente por TV Tech.